Los colonos, quienes pertenecen a la organización Mocri-Cnpa-MN, increparon a los patrulleros por haber ingresado sin consetimiento.
Los agentes que iban en la unidad 1040 se negaban a retirarse y uno de ellos amagó con sacar su arma, lo que provocó que le lanzaran piedras a la unidad y la golpearon con palos y tubos.
Ahí les quitaron sus carteras y los interrogaron. Después de casi una hora y tras la llegada de los representantes de los medios de comunicación, los uniformados fueron liberados.
A unos 50 metros de unos de los accesos de la colonia, se encontraban unas ocho patrullas con decenas de policías estatales y municipales, quienes esperaban a sus compañeros retenidos, quienes al ver que fueron liberados se retiraron del lugar.
A la patrulla apredeada le hacía falta un radio de comunicación.